miércoles, 11 de julio de 2012

El Monte Wuyi (Guangzhou)



Cuentan que en la antigüedad vivía en China un sabio llamado Peng Zhu que junto con su familia se trasladó al sudeste donde se estableció en un lugar muy hermoso. Pero, poco tiempo después, ese lugar sufrió de grandes inundaciones y los habitantes se vieron obligados a llevar una vida miserable. Para desviar las aguas que había dejado la inundación y mejorar las condiciones del lugar, los hijos de Peng Zhu, llamados Peng Wu y Peng Yi, dirigieron a los aldeanos en los trabajos de apertura y construcción de un canal. En la actualidad este canal es conocido con el nombre de Jiuquxi -El Arroyo de las Nueve Curvas-. Para recordar las hazañas de estos hermanos, el pueblo llamó al monte “Wuyi", palabra compuesta por los nombres de ellos y a su padre se le reconoció como rey Wuyi. En honor a ellos se construyó a orillas del Jiuquxi un palacio conmemorativo.


El monte Wuyi es parte de la cordillera Wuyi que se encuentra al norte de la provincia de Fujian. Este monte pintoresco, histórico y cultural está bajo la protección estatal y es una de las primeras zonas desarrolladas a lo largo de la costa del sudeste de China. Durante el período neolítico, estuvo habitada por los antiguos Yue. Si se recorre en balsa el Jiuquxi, aún se pueden ver en las paredes de los acantilados alguna de sus tumbas de las cuales sobresalen los ataédes como barcos colgando en el precipicio. Según los arqueólogos que han estudiado la zona, estos son testimonios históricos de los ritos funerarios de los primeros habitantes de la zona.
Por sus paisajes, de una belleza sorprendente, este monte goza de fama, y emperadores, de diversas épocas, le han concedido títulos honoríficos y grabado inscripciones de homenaje sobre estelas de piedra. Por ejemplo, el emperador Wudi de la dinastía Han (140-87 a.n.e.) ordenó hacer un altar de sacrificios para el rey Wuyi; el emperador Xuanzong de la dinastía Tang (712-755) declaró el monte Wuyi como una de las montañas célebres bajo el cielo; a los comienzos de las Cinco Dinastías (907-980), el monte Wuyi fue considerado como un lugar sagrado por el taoísmo de la región del sudeste y también uno de los 36 paraísos de los Inmortales en China.
Al inicio del siglo VI, algunos letrados se establecieron en este monte para dedicarse a la enseñanza, fue así que durante una época fue un centro importante de la difusión de la doctrina de Confucio. Zhu Xi (1130-1200), destacado filósofo de la dinastía Song dictó clases a sus discípulos en ese monte, y desarrolló la doctrina Minxue, que fue la más influyente y una de las cuatros escuelas confucianas más grandes de China.


Conocido geográficamente como una muestra de la topografía Danxia (color rojo), el monte Wuyi se destaca por sus particulares y hermosas características: cumbres extrañas y colinas onduladas formadas por capas superpuestas de piedras y areniscas rojas. En la zona pai-sajística, que tiene un circuito de 60 km, corre un río de aguas claras y límpidas que serpentea al pie de las abruptas montañas. De sus numerosas cumbres sobresalen por su belleza y su fama más de 36. La de Dawang (Gran Rey), en la boca del Arroyo de las Nueve Curvas, es la más imponente y majestuosa; la de Yun (Doncella de Jade), símbolo del monte Wuyi; la de Jiesun (Rotoño de Bambú), que se levanta junto al río. Hay además numerosas rocas de formas exóticas con nombres sugestivos como la roca del Inmortal, la roca Sonora, la terraza donde pescan los inmortales, etc., que embellecen aún más al paisaje natural. Pasearse en ese lugar da la sensación de estar en el paraíso.


Jiuquxi es la zona más atractiva del monte Wuyi, sus paisajes fueron descritos por el poeta Li Gang, (1083-1140) de la dinastía Song. Y es el lugar más concurrido por los turistas. El viaje en balsa de bambú desde el muelle de Jiuqu, en el curso superior del río, hasta el terminal Yiqu -la primera curva- es una experiencia inolvidable. A lo largo de los 9 km de recorrido se vive una sensación agradable y pasar cada curva natural es encontrarse, a ambas orillas, con otros maravillosos paisajes. Además, se puede escuchar los conmovedores cuentos narrados por los barqueros. Vale la pena este viaje, es como si se recorriera una galería pictórica.
Cada una de las escenas que se ven a ambas orillas del Arroyo de las Nueve Curvas se quedaran grabadas para siempre en nuestra memoria. La cumbre Tianyou (viaje por el cielo), al norte de Liuqu (sexta curva), es la más bella y la más alta entre las montañas de la zona. Es conocida como “primer lugar pintoresco del monte Wuyi". Al caminar sobre ella se tiene la sensación de estarse paseando por el cielo. También se puede adorar, en el Templo Tianyou, a las estatuas sentadas del rey Wuyi y sus dos hijos, Peng Wu y Peng Yi. Por eso dicen que “si no has coronado la cumbre del Tianyou, no has llegado a Wuyi".


En la profundidad de un valle tranquilo, al norte del Arroyo de la Sexta Curva, se encuentra la cueva Taoyuan, rodeada por onduladas colinas. Siguiendo el río que corre entre las montañas hay un sector lleno de piedras que aparentemente interrumpen la ruta. Sin embargo, cuando se ve detenidamente, se descubre una cueva debajo de una enorme peña. Al atravesarla y pasar por un puente y una puerta de piedra, vemos delante de nosotros una amplia extensión de tierra donde se dispersan algunas chozas y sentimos el aroma de las flores de melocotón. Es un verdadero refugio apacible.
La Academia del Libro de Ziyang (Sol Morado), en la quinta curva del arroyo, fue fundada en 1183, bajo los Song del Sur, por Zhu Xi, quien se dedicó a la enseñanza y durante diez años trabajó en la escritura de un libro. El fue muy apreciado por los gobernadores feudales, incluso, el emperador Kang Xi (1662-1722) de la dinastía Qing le concedió una tabla con inscripción horizontal en su honor.


A los pies de la montaña Dawang, al norte de la primera curva del arroyo, se encuentra el Templo de Wuyi, construido en los años Tianbao (774-756) de la dinastía Tang. En este templo los emperadores rendían homenaje al rey Wuyi y fue uno de los centros más importantes del taoísmo en la antig–edad. Por esa razón, muchos eruditos de la dinastía Song como Lu You (1125-1210), Xi Qiji (1140-1207) y Zhu Xi fueron, sucesivamente, sus administradores. Sobre las ruinas de los palacios y templos de la dinastía Qing, se ha construido ahora la Sala Conmemorativa a Zhu Xi, el Instituto Internacional Lanting. y a sus alrededores una calle al estilo Song, museos y otras instalaciones culturales y turísticas.
A 40 km del monte, se encuentra la famosa reserva natural Wuyi, de una superficie de 56.000 hectáreas. Es la más grande y mejor conser-vada entre los bosques subtropicales del sudeste de China y ha sido declarado por la ONU como zona de protección natural de categoría A y del programa “El Hombre y la Biosfera". Como se extiende sobre la montaña Huanggang a una altitud de 2.158 m sobre el nivel del mar es la más alta del sudeste de China. En la actualidad, gracias a sus ricos recursos de fauna y flora, esta reserva natural ha sido recono-cida por los biólogos chinos y extranjeros como uno de los lugares donde se desarrollaron las especies de seres orgánicos y “vitrina biológica del mundo" y constituye un particular paisaje natural y ecológico tanto en China como en el mundo.

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