sábado, 13 de agosto de 2011

La aldea del agua Zhujiajiao

Una de las discusiones favoritas en las tardes de domingo de la estación de lluvias en Shanghai, es intentar llegar a un acuerdo sobre cual es la mejor de las Aldeas del Canal. Se denominan Aldeas del Canal a seis aldeas situadas en el Delta del río Yangtze, en el triángulo formado entre Shanghai, Suzhou y Hangzhou, que comparten una serie de características comunes:

- estar atravesadas por uno o varios canales.
- haber conservado las construcciones originales a la orilla de los mismos.
- mantener una población local todavía dedicada a las actividades tradicionales, fundamentalmente agrícolas.
- contar con una larga historia, e importantes vestigios de la misma en su ciudad antigua.
- haber manifestado su compromiso para conservar estas características.




Debo reconocer que en un principio, a mi también me parecían mejores Zhuozhuang y Wuzheng, pues son, digamos, más espectaculares que Zhujiajiao, pero en realidad, cuando las has visitado unas cuantas veces, te das cuenta que se han convertido demasiado en un escaparate, en el que es difícil seguir un camino alternativo, que complemente la belleza de las construcciones restauradas, con algo parecido a una vida de la gente común. Por otra parte Tongli, Luzhou y Xitang, me parecen demasiado sosas. Es decir creo que sólo Zhujiajiao combina las dosis adecuadas de construcciones tradicionales restauradas y llamativas para los viajeros, con un porcentaje elevado de callejuelas donde la gente sigue haciendo sus vidas, no transformadas por la llegada del turismo.


La primera vista de Zhujiajiao, con su enorme aparcamiento de autobuses, suele decepcionar un poco a los viajeros occidentales, pero no hay que olvidar que está a sólo 50 km de una de las urbes más densamente pobladas del planeta: Shanghai, y con que sólo una minúscula proporción de su población decida salir a visitar las aldeas de vez en cuando, ya podría colapsar la ciudad.
En cuanto se entra a Zhujiajiao propiamente dicho, tras el control de la entrada, empieza el buen rollo. Una estrecha calle, empedrada de forma tradicional, con dos hileras de casas blancas a ambos lados, nos lleva hasta el primero de los puentes de Zhujiajiao, el puente del Huangchengmiao, que como su nombre indica, al atravesarlo, se llega al Huangchengmiao o Templo de los Dioses de la Ciudad. Antiguamente cada ciudad china tenía un templo de este tipo, erigido en honor, generalmente de un personaje histórico que realizó una importante contribución a la seguridad de la ciudad, deificado.


Ante él está la calle más animada de la aldea, la Beidajie o Gran Calle del Norte, pues la calle discurre en dirección norte-sur. Siguiendo esta calle a la derecha, es decir, hacia el norte, durante casi un kilómetro, hay una sucesión de tiendas y restaurantes, con algún museito ocasionalmente entre ellos, la mayoría con fachada restaurada de madera, y con grandes banderolas amarillas, sobre las que se ha escrito con caracteres chinos, como era costumbre en la antigüedad, la actividad a la que se dedican. La mayoría de las tiendas y restaurantes del lado izquierdo, tienen una puerta a la calle, y otra al canal que discurre paralelo a ésta, era la disposición tradicional de las viviendas en los tiempos antiguos. Las filas de casas están interrumpidas por dos bellos puentes de madera que cruzan el canal, el Puente Lang o de la Galería, y el Puente Tai'an o de la Gran Tranquilidad, también llamado Puente de la Familia He, de un solo bloque de piedra, que fue construido en 1584.
Un poco más adelante se llega al Gran Puente Fangshen, que con sus 72 metros de largo y cinco arcos es el mayor de la zona de Shanghai, fue construido en 1571 con las limosnas recogidas en un templo cercano. Al pie del puente hay unos kioscos, donde habitualmente la población local se relaja. Sobre él, suele haber algunas vendedoras que ofrecen pececillos para ser liberados en las aguas del canal, pues el nombre de este puente significa "Liberar animales cautivos", una actividad que según las creencias budistas proporciona gran mérito al que la practica. Aunque resulta paradójico que para que algunos ganen ese mérito, otros tengan que perderlo, pescando a los peces.
Al otro lado del Gran Puente hay unas cuantas callecitas bastante interesantes, especialmente las que, dirigiéndose hacia la izquierda de nuevo, se dirigen hacia el embarcadero. En ellas, la vida discurre con calma, y aunque algunos residentes han transformado las han habitaciones exteriores de su morada en un pequeño taller o sala de exhibición, está lejos del alboroto de la calle principal.

Si en vez de seguir la Gran Calle del Norte hacia el norte, la tomamos en dirección sur, enseguida dejamos las tiendas y zona comercial, para pasear por unas callejuelas encantadoras, de las que salen pequeños puentes de piedra o madera, como el Puente de la Familia Qi (Qijiaqiao), también conocido entre la población local como el "Puente de la Paz", debido a que en la dinastía Ming era cruzado por las tropas que salían para defenderse de los ataques de los piratas japoneses. Hoy en día la gente de Zhujiajiao, aún tiene la costumbre de atravesar ese puente cuando sale de viaje, pues se cree que les hará regresar en paz. Tras este puente el canal se abre como una "v", a uno de los lados queda el Puente Yongfeng, que, como su nombre indica, se considera que el que le cruce disfrutará de la abundancia, y en la otra rama está el Puente de Guanyin. Estos puentes nos muestran un panorama siempre variable de los canales principales de Zhujiajiao, y los barcos que circulan por ellos. No obstante, mi recomendación es cruzar primero a la puerta del Chenghuangmiao, y tomar allí una de las barcas que hacen el recorrido por el canal, para de esta forma, hacerse una idea de Zhujiajiao, y poder volver luego caminando, disfrutando de los distintos panoramas que nos ofrece la ciudad.
La llegada al embarcadero está anunciada por la presencia de tres pequeños puentes casi contiguos, llamados el Puente de Yong'an, el Puente de Zhonglong y el Puente de Yongquan, son, según las leyendas locales, la cabeza, cuerpo y cola de un dragón que un día llegó misteriosamente del cielo, colocándose sobre este canal.

Tan gran número de puentes, se conservan 20 en la actualidad, de los 36 con que contaba en tiempos imperiales, nos muestran que su función excede las meras necesidades de comunicación de una población de varios miles de habitantes. Los puentes también tienen un significado religioso, como vemos por las numerosas leyendas y tradiciones relativas a ellos, algunas relacionadas con el budismo, y otras con supersticiones locales. Como señala Wolfram Eberhard (1) "el puente conecta cosas que están separadas: por lo tanto los muertos deben cruzar el estrecho puente que comunica este mundo con el otro, y los pecadores que no merecen alcanzar la otra orilla, caen en las aguas pestilentes llenas de sangre y pus." La minoría Miao, que habita en la actualidad en la provincia de Guizhou y otras regiones del sur de China y el Sudeste Asiático, también tiene una estrecha relación simbólica con los puentes, a los que considera un elemento místico que facilita la comunicación entre este mundo y el oro mundo. Esta abundancia de puentes impregna por tanto, a la aldea de Zhujiajiao, de un profundo sentido religioso.
Si bien la orilla derecha del Canal es la más animada y repleta de comercios, la izquierda parece más destinada al placer, pues unas pocas tiendas se reparten el espacio con cafeterías y restaurantes, cuidadosamente decoradas, que ofrecen vistas siempre interesantes de la aldea. Toda visita a Zhujiajiao debe de contar con dejar tiempo para, una vez liberados de la locura de los comercios, la fotografía, y el continuo descubrir de nuevos rincones interesantes, poder relajarse ante un buen café, o una cerveza, en alguna de las cafeterías de esta zona.







Zhujiajiao es la aldea del canal más próxima a Shanghai, pues está situada a unos 50 km. Es una ciudad de las más antiguas de la zona, y de hecho, en la dinastía Song, ya se consideraba un mercado importante. Estaba bastante abandonado hasta que el éxito nacional e internacional conseguido por Zhouzhuang, indujo a restaurarla, renovarla o reconstruirla a marchas forzadas (incluyendo, por ejemplo, la construcción de una red de alcantarillado sin la que la visita sería imposible, inexistente antes del año 2000). Aunque se han restaurado y abierto al público una serie de monumentos en Zhujiajiao, como los que se pueden ver en el mapa, considero que para un occidental, el verdadero encanto de Zhujiajiao reside en sus callejuelas, canales, puentes y construcciones.
No obstante, de los varios monumentos señalados en las rutas turísticas, se pueden visitar algunos, como el Templo de los Dioses de la Ciudad (Chenghuangmiao), famoso en la región por su escenario para las representaciones teatrales (aunque nos parezca chocante a los occidentales, los templos eran uno de los lugares donde más asiduamente se realizaban representaciones teatrales), su gran ábaco, y el árbol gingko pilova que crece en su interior. También se puede su subir al Monasterio Yuanjin, por las vistas panorámicas que proporciona de todo Zhujiajiao, o conocer la antigua residencia de la familia Xi, con sus interesantes grabados en paredes y puertas. La Farmacia Tong Tianhe, fundada en 1877. El Museo de la Ruta de la Seda muestra las técnicas antiguas de tejido de seda, y las costumbres de la Ruta de la Seda según floreció en la Dinastía Tang.

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